La laminación o laminado de metales es un proceso por el cual deben pasar todos los metales antes de ser sometidos a otros subprocesos, como por ejemplo el mecanizado o conformado. En el proceso de laminado, el metal es sometido a una deformación plástica a través de unos cilindros (rodillos), los cuales ejercen una fuerza de compresión para reducir su espesor y hacerlo más uniforme. Existen dos tipos de laminado de metal, el laminado en frío y el laminado en caliente, sin embargo, ambos tipos de laminado tienen como objetivo potenciar las propiedades mecánicas del metal, como por ejemplo el alargamiento, resistencia a la tracción o el límite elástico.
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