La soldadura orbital tuvo sus inicios en el desarrollo de tecnología aeronáutica, donde se necesitaba un tipo de soldadura que fuera capaz de soportar grandes presiones y ser utilizada para soldar las líneas hidráulicas de las aeronaves y naves espaciales. La soldadura orbital fue desarrollada por Gasparas Kazlauskas, ingeniero aeronáutico norteamericano, el cual desarrolló la técnica para cumplir con los requerimientos de la industria aeronáutica de esa época. La soldadura orbital es un método en donde se suelda de forma circular los elementos cilíndricos o que van a ser fijados en algún lugar (como es el caso de los tubos).
Cuando se suelda mediante esta técnica, se trabaja por medio del arco de tungsteno con gas, donde la base de la fuente de calor es el arco eléctrico, el cual funde el material base, de esta manera se logra la soldadura. Gracias a una gran cantidad de calor, los materiales se funden entre sí logrando soldaduras más seguras y eficientes.
¿En qué se aplica este tipo de soldaduras?
Este tipo de soldaduras es utilizada en espacios muy reducidos, debido a la facilidad con que permite unir dos piezas, también se utiliza cuando se trabaja con materiales con formas no convencionales, permitiendo de igual manera la soldadura y construcción en metal.
Ventajas de la soldadura orbital
Cuando hablamos de soldaduras, nos encontramos con diferentes problemas, uno de ellos es el material fundido que caerá por gravedad por la acción del calor de llama cuando estamos soldando, este elemento es clave cuando hablamos de limitantes en la posición de las soldaduras, sin embargo, este problema desaparece cuando se utiliza la soldadura orbital, ya que este tipo de soldadura nos permite trabajar en todas las posiciones. La soldadura orbital nos permite tener una calidad superior en el cordón de soldadura, además de un proceso más seguro para la estructura y el operador. Otra ventaja es que la soldadura orbital es muy amigable para su manejo y control.
La soldadura orbital cuando es bien aplicada, produce trabajos de gran calidad a un costo reducido, además de una mejor limpieza, lo que en consecuencia contamina menos, otra ventaja es que al ser programable nos permite trabajar de forma recurrente en un mismo proceso, teniendo los mismos resultados en todas las operaciones y con los mejores estándares de calidad.
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