En la actualidad uno de los temas más importantes a nivel mundial es el medio ambiente, involucrando al sector industrial y a toda la sociedad en general. Por su parte el acero estructural es uno de los materiales más utilizado en diferentes sectores productivos a nivel mundial, destacándose sobre todo en el sector de la construcción, por su gran versatilidad. Es por esta razón que a continuación conoceremos de qué manera la fabricación de acero estructural puede ser amigable con el medio ambiente.
Reutilizable y reciclable
En la actualidad se conoce que el acero es un material muy importante para la construcción, siendo una materia prima que ha logrado disminuir su efecto negativo sobre el medio ambiente, esto se debe a que el 98 % de este material puede ser reciclado mientras que el 96 % es reutilizable. Esto quiere decir que todas las piezas en buen estado pueden ser reutilizadas, mientras que el material restante se puede reciclar y procesar para obtener nuevas piezas de acero.
Ahorro de hierro
Al tratarse de un material reciclable, el acero permite generar un impacto positivo en el medio ambiente, sobre todo en los recursos naturales. Se conoce que por cada tonelada de acero reciclado se puede llegar a tener un ahorro de 1,25 toneladas de mineral de hierro, 630 kg de carbón y 54 kg de caliza aproximadamente.
Aporte valioso para el desarrollo sustentable
Actualmente la industria de la construcción no solo desempeña un papel fundamental por su contribución a la economía, sino también por sus impactos sociales y ambientales. Con relación a este último, el desarrollo sustentable es actualmente un asunto esencial de la industria de la construcción. El acero estructural contribuye con los objetivos de la construcción sustentable, no solo por sus beneficios ambientales, sino por los requisitos y normas que dicho material cumple en pro de la conservación del medio ambiente. Puedes conocer más sobre el desarrollo del acero estructural en nuestro artículo titulado Historia del acero en el sector de la construcción.
Rutas de producción del acero
El acero actualmente se produce a través de rutas (procesos), a partir de la materia prima, chatarra o reciclado. Cuando hablamos de proceso de producción o ruta de la materia prima, nos referimos al proceso integrado, en el cual se hace uso del mineral de hierro, caliza y coque, los cuales se integran en el alto horno y continúan su proceso general, representando aproximadamente el 60% del acero producido, aunque se utiliza en este proceso entre el 25 % y el 35 % de acero reciclado. Por su parte, cuando hablamos de la ruta del reciclado o uso de chatarra nos referimos al proceso mediante el cual el material reciclado es fundido haciendo uso del horno eléctrico de arco, en el cual se utiliza aproximadamente el 95% del acero reciclado.
Consumo de energía y emisión de CO2
Si bien en ambos procesos para producción de acero existe un alto consumo de energía y emisión de CO2, debemos destacar que el proceso de reciclaje y uso del horno eléctrico de arco, es un proceso más eficiente y amigable con el medio ambiente, ya que por ejemplo, en términos de energía, para la producción de perfiles laminados mediante el proceso integrado, el consumo de energía es de 29 GJ (Gigajoule) por tonelada de acero aproximadamente, mientras que a través del proceso de reciclado (haciendo uso de horno eléctrico de arco) el consumo de energía de alrededor de los 10 GJ por tonelada de acero.
Por su parte, cuando hablamos de la emisión de CO2, debemos destacar que con la producción de 1 kg de acero a través del proceso integrado se llegan a emitir alrededor de 2.494 g de CO2, mientras que a través del proceso de reciclado con uso del horno eléctrico de arco, se llega a emitir alrededor de 462 g de CO2 para producir 1 kg de acero.
Por lo tanto, podemos destacar que, si se logra aumentar la producción de acero a través del proceso de reciclaje y se disminuye el uso del proceso integrado, se estaría utilizando un proceso de fabricación de acero más amigable con el medio ambiente, ya que este proceso de reciclaje requiere menos energía, emite menos partículas contaminantes y crea menos residuos para fabricar la misma cantidad de acero.
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